En Los Ángeles, la ciudad de las estrellas
donde hoy aterriza el Barça, dejó su huellahace 40 años el
personaje más influyente de la historia del club, Johan
Cruyff. En 1978, se despidió del
Camp Nou en un partido que le enfrentó al Ajax.
El tiempo le había alcanzado. O la motivación. Cruyff jugó
238 partidos de azulgrana (se dijo que en sus cinco años
de contrato ganó 238 millones de pesetas, a millón por partido), se negó a jugar
el Mundial de Argentina y empezó una nueva
aventura. “Para poder empezar de cero, elegí Estados
Unidos. Muy lejos del pasado e ideal para construir algo grande
a partir de una situación en la que había pasado de cien a cero.
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